El pasado 7 de agosto del 2008, Andrea Pininfarina, consejero delegado de la homónima empresa italiana de diseño automovilístico, falleció a los 51 años en un accidente de tráfico en Turín (norte). Licenciado en Ingeniería Mecánica, Andrea Pininfarina era desde 2001 el consejero delegado del grupo y en 2005 fue nombrado "Caballero del trabajo".
ROMA.-Andrea Pininfarina ha muerto en un accidente de tráfico en la circunvalación de Turín cuando, conduciendo su moto, se dirigía a Cambiano, donde está el centro de diseño de la empresa que fundó su abuelo Giovanni Battista ‘Pinin’ Farina y posteriormente engrandeció su padre Sergio.
Fue éste quien, en 1961 decidió modificar el apellido familiar, incorporando al mismo el apodo de ‘Pinin’ por el que era conocido el fundador de la saga.
Andrea Pininfarina estaba casado por Cristina, con la que había tenido dos hijos, Sergio y Luca, y una hija, Benedetta.
Su desaparición llega en un momento complicado para la empresa familiar, de cuya dirección se encargaba, que ha perdido 127 millones de euros en los dos últimos años. Andrea había previsto la entrada de nuevos socios que iban a dejar en minoría a la familia pero que debían asegurar la continuidad de la empresa y sus 3.000 empleados.
Había nacido en Turín el 26 de junio de 1957. Se graduó en la ingeniería industrial en la Escuela Politécnica de su ciudad natal en 1981 pero en lugar de incorporarse a la empresa familiar, aceptó una oferta de Freuehauf y se trasladó a Estados Unidos a trabajar en este fabricante de remolques.
Pero no pudo durar mucho en aquel trabajo porque a mediados de 1983 fue llamado por su padre para que le ayudara en la complicada organización de lo que se dio por llamar ‘la línea de montaje más larga del mundo’.
Fue el resultado de un acuerdo que cerró Cadillac, la marca de lujo de General Motors, con Pininfarina. El carrocero italiano debía encargarse del diseño y, posteriormente, el ensamblaje de un deportivo de cuatro plazas. Aquel modelo, que se denominó Cadillac Allanté, iniciaba el proceso de producción en Detroit, donde la carrocería se estampaba y se soldaba.
Después, las carrocerías eran embarcadas en tres Jumbos que las transportaban a Turín en donde eran pintadas y equipadas de todos los accesorios y, a falte de la instalación del motor, eran de nmuevo devueltas a Detroit en donde se instaba este último y se hacía el control final de calidad. Andrea, con apenas tres años de experiencia, fue el coordinador del proyecto.
El éxito de esta complicada misión eliminó cualquier tipo de discusión respecto a que fuera nombrado, en 1988, director general de Industrie Pininfarina SpA , la división industrial de la empresa. Seis años más tarde asumió también la gestión de la división de Investigación y Desarrollo y, finalmente, el 1 de julio de 2001, la de todo el grupo. Desde el 12 de mayo de 2006, ha sido presidente de la junta de directores de Pininfarina SpA. Además, es un miembro de la junta directiva de Alenia Aeronautica SpA, Banca del Piemonte SpA y Unicredit Infrastrutture SpA y vicepresidente de Cofindustria, la asociación de la industria italiana.
Además de consolidar a la compañía tradicional la actividad en el diseño, Andrea Pininfarina ha dado un nuevo ímpetu al producto y a la división de ingeniería. Bajo su presidencia, se cerraron nuevos contrato que han supuesto la producción de Alfa Romeo Brera y Spyder, del coupé-cabriolé Volvo C70, Ford Focus y Mitsubishi Colt.
En los últimos tiempos se ha centrado, además de en tratar de solventar los problemas de la empresa, aceptó la propuesta de realizar una versión para conducción en el tráfico abierto del coupé P4 de competición de 1967. El coche fue presentado en agosto de 2006 en el Concurso de Elegancia de Peabble Beach.
Andrea intuyó también que se aproximaba la llegada de los coches eléctricos razón por la que firmó un acuerdo con Vincent Bolloré, propietario de una fábrica de baterías de litio, imprescindibles para que estos vehículos puedan ser útiles, para desarrollar uno de estos modelos.
A diferencia de su padre, siempre abierto y dicharachero, Andrea era un hombre serio y relativamente reservado, un perfil que en caja en su condición de técnico. Como su abuelo y su padre, recibió la más alta condecoración de la República Italiana. Además, es Caballero de la Legión de Honor francesa.
Fue éste quien, en 1961 decidió modificar el apellido familiar, incorporando al mismo el apodo de ‘Pinin’ por el que era conocido el fundador de la saga.
Andrea Pininfarina estaba casado por Cristina, con la que había tenido dos hijos, Sergio y Luca, y una hija, Benedetta.
Su desaparición llega en un momento complicado para la empresa familiar, de cuya dirección se encargaba, que ha perdido 127 millones de euros en los dos últimos años. Andrea había previsto la entrada de nuevos socios que iban a dejar en minoría a la familia pero que debían asegurar la continuidad de la empresa y sus 3.000 empleados.
Había nacido en Turín el 26 de junio de 1957. Se graduó en la ingeniería industrial en la Escuela Politécnica de su ciudad natal en 1981 pero en lugar de incorporarse a la empresa familiar, aceptó una oferta de Freuehauf y se trasladó a Estados Unidos a trabajar en este fabricante de remolques.
Pero no pudo durar mucho en aquel trabajo porque a mediados de 1983 fue llamado por su padre para que le ayudara en la complicada organización de lo que se dio por llamar ‘la línea de montaje más larga del mundo’.
Fue el resultado de un acuerdo que cerró Cadillac, la marca de lujo de General Motors, con Pininfarina. El carrocero italiano debía encargarse del diseño y, posteriormente, el ensamblaje de un deportivo de cuatro plazas. Aquel modelo, que se denominó Cadillac Allanté, iniciaba el proceso de producción en Detroit, donde la carrocería se estampaba y se soldaba.
Después, las carrocerías eran embarcadas en tres Jumbos que las transportaban a Turín en donde eran pintadas y equipadas de todos los accesorios y, a falte de la instalación del motor, eran de nmuevo devueltas a Detroit en donde se instaba este último y se hacía el control final de calidad. Andrea, con apenas tres años de experiencia, fue el coordinador del proyecto.
El éxito de esta complicada misión eliminó cualquier tipo de discusión respecto a que fuera nombrado, en 1988, director general de Industrie Pininfarina SpA , la división industrial de la empresa. Seis años más tarde asumió también la gestión de la división de Investigación y Desarrollo y, finalmente, el 1 de julio de 2001, la de todo el grupo. Desde el 12 de mayo de 2006, ha sido presidente de la junta de directores de Pininfarina SpA. Además, es un miembro de la junta directiva de Alenia Aeronautica SpA, Banca del Piemonte SpA y Unicredit Infrastrutture SpA y vicepresidente de Cofindustria, la asociación de la industria italiana.
Además de consolidar a la compañía tradicional la actividad en el diseño, Andrea Pininfarina ha dado un nuevo ímpetu al producto y a la división de ingeniería. Bajo su presidencia, se cerraron nuevos contrato que han supuesto la producción de Alfa Romeo Brera y Spyder, del coupé-cabriolé Volvo C70, Ford Focus y Mitsubishi Colt.
En los últimos tiempos se ha centrado, además de en tratar de solventar los problemas de la empresa, aceptó la propuesta de realizar una versión para conducción en el tráfico abierto del coupé P4 de competición de 1967. El coche fue presentado en agosto de 2006 en el Concurso de Elegancia de Peabble Beach.
Andrea intuyó también que se aproximaba la llegada de los coches eléctricos razón por la que firmó un acuerdo con Vincent Bolloré, propietario de una fábrica de baterías de litio, imprescindibles para que estos vehículos puedan ser útiles, para desarrollar uno de estos modelos.
A diferencia de su padre, siempre abierto y dicharachero, Andrea era un hombre serio y relativamente reservado, un perfil que en caja en su condición de técnico. Como su abuelo y su padre, recibió la más alta condecoración de la República Italiana. Además, es Caballero de la Legión de Honor francesa.
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